El color azul
El color azul representa en muchos aspectos a la naturaleza. En ella se vuelca en grandes espacios como podría ser el mar y el cielo. Es el color que más predomina en nuestro planeta con una gama tonal dilatada.
El azul transmite sensaciones muy claras ya que al pertenecer al mar genera muchas veces profundidad y al asociarse al cielo por otro lado también puede transmitir pureza. Todo dependerá de cómo sea aplicado y el contexto en el cual se usa.
Cuando se habla de azul hablamos de un color totalmente adaptable a cualquier tipo de ambiente lo que lo hace aún más interesante.
Al estar relacionado con el agua se vincula estrechamente la higiene y por consiguiente suele utilizarse muchas veces en cocinas y baños.
Más allá de estas connotaciones positivas, debemos tomarnos un momento para pensar cuidadosamente cuál es la variante de este color más adecuada.
Debemos tener en cuenta que los azules de la gama media suelen resultar a demasiado puros se hacen muy presentes.
Los tonos saturados con cobalto o azul marino reflejan elegancia. En lo que se refiere a decoración clásica el añil es muy utilizado.
Se debe intentar no combinar diferentes tonos de azul ya que con eso se lograría un aspecto muy frío. Muy aplicable a un estilo clásico.
Para combinar el azul de buena forma, es aconsejable hacerlo con colores de igual o similar intensidad.
Si el bjetivo es conseguir ambientes “divertidos”, jugar con los complementarios daría un buen resultado, como pueden ser el terracota, el amarillo o el naranja.
Otros de los recursos por los cuales se aplica el azul es porque colabora en difuminar y suavizar la luz solar en habitaciones con mucha luz natural, transmitiendo paz y calma.
En espacios pequeños, el azul es aconsejado para dar la sensación de ambientes más grande.
Tonos como el azul violáceo y hasta el violeta, se utilizan en habitaciones que carecen de luz natural y no tienen grandes dimensiones.
Otra buena combinación es la del azul con blanco. Se juega entre el mar y el aire fresco. Ideal para casas costeras o en habitaciones con temática marina, combinación muy identificada con los paisajes mediterráneos.
El azul marino y el turquesa integran un importante nivel de verde en su combinación por lo que combinan muy bien con verdes y derivados del mismo.
Por su lado el turquesa es un color con un espíritu muy sereno. Le brinda frescura a los ambientes y es un color que combina muy bien con la madera.
A su vez el lavanda genera un tono rosáceo, es muy cálido y se recomienda para espacios rústicos o relajantes.
El añil y el azul nocturno, se usan mucho en comedores, ya que son colores de gran intensidad y brindan un entorno perfecto para ambientes centrales.
No es recomendable combinar el azul con el rojo, el naranja o el amarillo, porque generan un contraste muy vibrante que puede ser molesto, provocando ambientes con desequilibrios a nivel visual y emocional.
En conclusión el azul, es uno de los colores más relajante del espectro cromático, transmite paz y tranquilidad, limpieza y frescura, y es el máximo símbolo de libertad y sensación de infinito.